Este verano recorre España de vino en vino
(Bodeboca)
Rías Baixas, Txakoli, Valdeorras, Ribeira Sacra y el Bierzo
ETAPA 1: LOS VINOS DEL NORTE
Cuando aprieta el calor, muchos buscan refugiarse en el norte de la península y no sólo por su privilegiado clima, también porque resulta ser una de las zonas donde mejor se aprecian las maravillas de la naturaleza. Altas montañas, con hondos y verdes valles, extensos ríos y profundos estuarios o rías por las que el mar penetra algunos kilómetros tierra adentro dejando su impronta. Los vinos en el norte tienen corte atlántico y es más fácil encontrar tintos con más frescura de lo habitual y blancos con una acidez extraordinaria.
La denominación Rías Baixas es una de las más populares de Galicia, con blancos secos basados en la autóctona y reina de las blancas Albariño, sus vinos se caracterizan por sus aromas florales e intensamente afrutados. Es cada vez más frecuente encontrar monovarietales de Albariño con crianza en barrica e incluso sin paso por madera pero con un minucioso trabajo sobre lías, que les otorga una mayor capacidad de envejecimiento y recorrido en botella, por lo que ya no hay que consumirlos en el año.
Algunas propuestas
Desde el clásico Nora hasta el desenfadado Paco & Lola, pasando por el intenso y elegante Pazo de Señoráns entre los 100% Albariño que os recomendamos. Con un estilo personal y muy buenas críticas destacan también Pazo Barrantes y Don Olegario y con el coupage clásico de las Rías Baixas, el Terras Gauda a pesar de sus grandes volúmenes resulta una versión muy gastronómica y placentera de los Rías Baixas.
Los tintos del norte
Cambiando de registro, nos adentramos en el paisaje de la Ribeira Sacra y Valdeorras, que posiblemente sean las denominaciones más espectaculares de España en cuanto a viñedos escarpados se refiere. Las vides están plantadas en profundos valles y en los desfiladeros de los Río Miño y Sil y, como curiosidad, son las dos zonas dominadas por la producción de vino tinto en Galicia. Lalama y Algueira Carravel están en el top de la zona.
Bierzo y Vizcaya
Precisamente, siguiendo el curso del agua del Río Sil, podemos encontrar una zona de transición, un territorio enterrado en una gran vega en forma de redondel que parece una especie de olla, es el Bierzo. En esta zona la Mencía es la reina y se debe conocer. Pétalos del Bierzo y Cepas Viejas son dos grandísimos ejemplos de la frescura y mineralidad de esta variedad.
Para finalizar, otro de los blancos que mejor nos recuerdan a las olas rompiendo en los acantilados es el Txakoli de la denominación de origen Vizcaya, su variedad estrella, la Hondarrabi Zuri, nace cerca de la costa e imprime a los vinos una típica acidez vibrante.
Hectáreas de tradición vinícola bajo tres puntales
ETAPA 2: RUTA DE CASTILLA Y LEÓN
La segunda parada de nuestro recorrido veraniego nos sitúa en una tierra de cultura, historia y tradición vinícola como hay pocas en España. Recorrerla entera sería una hazaña propia del Cid Campeador, por lo que hemos preparado una pequeña muestra con las denominaciones de origen de Toro, Rueda y algunos de los Vinos de la Tierra de Castilla y León más destacados.
La D.O Rueda
Enclavada en vastas extensiones de viñedo se encuentra esta D.O, ubicada entre las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila. Allí sus municipios atesoran caseríos, palacios, templos y conventos de gran interés cultural y muy ligados a la cultura del vino.
Si hay una gran protagonista aquí, esa es la uva Verdejo. Se cree que su origen coincide con el reinado de Alfonso VI, una época en la que se repobló la cuenca del Duero con cántabros, vascones y mozárabes, quienes probablemente trajeron la variedad a España.
En algunos de los blancos de la D.O., la Verdejo suele acompañarse con Sauvignon Blanc, la variedad francesa que se incorporó a la denominación en los años 70 y que añade un componente floral, mayor ligereza y un punto de acidez a los vinos.
De esta denominación destacamos botellas como Naia o José Pariente, que se suman a otros que hemos descubierto recientemente, como los vinos de los terruños castellanoleoneses de LOESS.
La D.O Toro
La D.O. Toro, por su parte, se enmarca dentro de la comarca zamorana que el Duero divide al norte en Tierra del Pan y, al sur, en Tierra del Vino.
La potencia de los vinos de esta región viene dada por la autóctona Tinta de Toro, considerada la uva noble española por excelencia. Es una uva que dota de intenso color al vino y de un aroma exquisito y frutal.
Entre los vinos de esa zona que nos han encandilado os proponemos uno de los mejores tintos en cuanto a relación calidad-precio que existe en España: El Pícaro, calificado como excelente en todas sus últimas añadas. También otros nombres contrastados, como el Corral de Campanas y el Prima 2010 de Maurodos, vinos atractivos visual y aromáticamente. Y si aspiráis a encontrar vinos de una gama superior, San Román 2010, también de Maurodos, y el Paydos 2009 de Alonso del Yerro pueden ser excelentes opciones.
Vinos de la Tierra de Castilla y León
Entre los que se escapan de la división entre Ruedas y vinos de Toro se encuentran excelentes ejemplos como Más de Leda 2010, Mauro 2010 o los vinos de Abadía Retuerta. Todos ellos cuentan con la denominación de Vinos de la Tierra de esta comunidad autónoma, lo que les permitir elegir entre distintas uvas de sus mejores viñedos sin seguir las estipulaciones en cuanto a selección de variedades de las tradicionales denominaciones de origen.
Una tierra genuina con una singular obsesión: la Tempranillo
ETAPA 3: RUTA DE LA RIBERA DEL DUERO
El paisaje de la Ribera del Duero es una fotografía perfecta de hileras de vides de intensos verdes, con el discurrir del Río Duero dando lugar a vegas fértiles y de fondo un paisaje llano acompañado de laderas que alternan viñas y cultivo de cereal. Sin embargo, son sus vinos los mejores embajadores de las bondades de esta tierra que huele y sabe a tinto.
Los suelos que se agrupan bajo la denominación Ribera del Duero se sitúan en la meseta norte y en la confluencia de cuatro provincias integradas en la Comunidad Autónoma de Castilla y León: Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. El río Duero es el eje que une más de 100 pueblosextendidos a lo largo de una franja vitícola de unos 115 kilómetros de longitud y un ancho aproximado de 35 kilómetros.
El terroir
Los vinos de la Ribera del Duero están marcados por una serie de factores climáticos casi extremos, y es esta “adversidad” lo que los hace especiales.
Un clima marcado por una temperatura media muy baja y un importante contraste térmico entre el día y la noche genera una piel dura y fuerte que da como resultado esos reconocibles vinos llenos de color, estructura y casta.
Los suelos también juegan un papel fundamental, las viñas se encuentran en laderas del cauce del río Duero normalmente orientadas al sur, que, por una parte, les permite recibir los últimos rayos del sol, y por otra, protegerse de los fríos vientos del norte. Los terrenos son de arena y cantos rodados, capaces de regular la humedad para alimentar las raíces de la planta y retener el calor para soltarlo por las noches.
Variedades
La principal variedad de la denominación es la Tempranillo, esta humilde uva, es capaz de sobrevivir a las condiciones extremas de la zona y otorgar a los vinos poderes para hacerlos profundamente aromáticos y estructurados.
La Tempranillo también es conocida como Tinto Fino o Tinta del País, y es la reina indiscutible de la zona, llegando a ocupar el 60% de los viñedos. Sin embargo, también se cultivan uvas internacionales como la Cabernet Sauvignon, la Malbec y la Merlot. Es el caso de Pago de Carraovejas o Hacienda Monasterio.
Con carácter ribera
Si algo podemos resaltar en sus vinos jóvenes es esa tonalidad púrpura intensa, y la fruta silvestre de fresas y grosellas, y cuando tienen crianza predominan los tonos picota y cereza madura y, sobre una intensa base frutal, las notas de vainilla, regaliz, clavo combinadas con aromasminerales y balsámicos, identificables en Alonso del Yerro, Magallanes o en el Psi 2010.
Cultura vinícola fuertemente arraigada a la tierra
ETAPA 4: RUTA DE LA RIOJA
Nuestra cuarta parada de ruta nos lleva a la mágica e histórica Rioja: ocho tipos distintos de hábitat natural y una diversidad paisajística notable, desde ecosistemas de alta montaña, bosques húmedos y pastizales en los montes de la Rioja Alta hasta parajes semiáridos en los valles más orientales de la Rioja Baja, pasando por el característico relieve de lomas, declives y terrazas cubiertas de viñedos de la Rioja Alavesa.
Uno de los rasgos diferenciadores de los vinos de Rioja es la gran aptitud que poseen para el envejecimiento, cualidad exclusiva de los grandes vinos. Tras largas estancias en barricas de roble se suavizan e integran perfectamente resultando vinos muy equilibrados, de fácil consumo y con una acidez que permite que se mantengan en condiciones óptimas a lo largo de los años.
Cuando hablamos de Riojas, es interesante diferenciar entre los clásicos y los modernos, los primeros representan un gusto más estilizado, donde la finura y elegancia son su mayor atributo. Los descubrimos por sus aromas de tabaco, cueros, especias y la fruta muy compotada.
Marqués de Murrieta y López de Heredia son grandes nombres asociados al rioja clásico, este último es toda una referencia en la historia del vino riojano y su método de elaboración es todo un arte. Fuero ellos los que denominaron a los tintos, “tintos finos” y es que no son ni exuberantes ni voluptuosos, podría decirse que se acercan mucho a los vinos franceses. Los modernos en cambio, buscan más la maduración, alta extracción,crianzas más cortas en maderas nuevas, preferiblemente francesas.
A caballo entre los clásicos y modernos algunas bodegas centran sus elaboraciones en reservas clásicos de Rioja, pero implementando técnicas de elaboración punteras para acercarse a otros públicos, como muestra el Club Lealtanza que es además el Rioja favorito de los socios.
Aún así, lo cierto es que si hace 15 años se podía trazar una línea bastante clara entre elaboraciones tradicionales y modernas, esta diferenciación se ha difuminado notablemente con el paso del tiempo, dando lugar a propuestas muy específicas como los riojas de autor y tenemos buenos ejemplos de ello con Erre Punto de Remirez de Ganuza; los rioja de terroir o vuelta los orígenes encarnados en Remelluri o en Finca La Emperatriz; incluso tintos riojanos que rescatan el concepto de vino de pueblo y que encontramos como buen embajador a Finca de los Arandinos.
Confluencia de climas que marcan los vinos
ETAPA 5: RUTA DE NAVARRA Y ARAGÓN
En la quinta parada de nuestra ruta nos detenemos en dos regiones diferenciadas pero con mucho en común: Navarra y Aragón. A los pies de los Pirineos con los vinos de Somontano, cerca del Moncayo las Garnachas centenarias de Campo de Borja y en un paisaje diverso los vinos con raza de Navarra.
El Moncayo es el elemento omnipresente y la inspiración que rodea los viñedos regulados por la denominación Campo de Borja. Entre los tintos destacan sus monovarietales de la autóctona y expresiva Garnacha, así como los que combinan esta variedad con Tempranillo, Cabernet, Syrah y Merlot.
Precisamente, la mejor relación – calidad precio de la Garnacha aragonesa la encontramos en los vinos de Borsao, quienes iniciaron la nueva era de la denominación Campo de Borja y sorprendieron gratamente con una propuesta de calidad, con vinos llenos de fruta roja y toques floralesque entran con una facilidad tremenda y nunca defraudan.
En Navarra se produce una situación excepcional, prácticamente única en la Península Ibérica: la confluencia de los climas atlántico, continental y mediterráneo, una circunstancia que marca profundamente el paisaje y los vinos navarros.
Más del 70% del viñedo lo ocupan las variedades autóctonas (Garnacha, Tempranillo…), mientras que el 30% restante está compuesto por las internacionales (Cabernet Sauvignon, Chardonnay…). La Garnacha, sola o acompañada de Tempranillo y Cabernet Sauvignon, por el selecto sistema de sangrado de mostos, da lugar a los famosos rosados de Navarra. Chivite es uno de los nombres propios en la elaboración de grandes vinos navarros.
Para finalizar, un vino del bonito proyecto Garnachas de España de Vintae. Una auténtica oda a la Garnacha, la Olvidada de Aragón, en la que encontramos calidez y dulzor y unos agradables taninos maduros.
Mediterráneo en estado puro
ETAPA 6: RUTA DE CATALUÑA
En la sexta parada de nuestra ruta nos acercamos a una tierra de vinos de terroir: viñedos muy viejos y autóctonos, producciones limitadas, diversidad de parcelas y exposiciones, suelos muy pobres de pizarra y un mundo de posibilidades enológicas por descubrir. Mediterráneo en estado puro con vinos que te teletransportan a sus paisajes.
La D.O.C Priorat
Las viñas de este Priorato primitivo se asientan sobre "una sucesión interminable de colinas oscuras, ásperas, que se lanzan unas contra otras como si se tratara de olas gigantescas de un mar embravecido", tal y como lo describió un escritor.
A pesar de la aparente fragilidad de la pizarra, las raíces de las cepas tienen que hacer esfuerzos titánicos para hacerse paso entre el suelo pétreo y encontrar lo que más anhelan: una tierra fértil donde puedan absorber el agua y los alimentos necesarios para poder ofrecer el fruto más preciado. De las llicorellas salen vinos como el Camins del Priorat, Martinet Bru, Les Crestes o el insuperable Ferrer Bobet.
La D.O. Alella
Alella es una denominación pequeña situada al norte de la provincia de Barcelona de la que poco se habla y menos se conoce. No obstante, parte de su encanto tiene que ver con su tamaño y con la singularidad de los vinos que allí se elaboran.
La clave está en la Pansa Blanca, una variedad autóctona de la zona del Maresme que entrega vinos aromáticos, equilibrados, sedosos y muy sabrosos. Los aromas frescos y frutales, sobre todo de manzana verde, destacan por la profusión de su abanico frutal y cuando se trabaja con crianzas en madera adquieren una increíble personalidad.
La D.O. Montsant
Es la denominación más joven de Cataluña. La semilla que motivó su creación fue el convencimiento de que los vinos elaborados en la subzonaFalset disfrutaban de unos rasgos distintivos que les hacían merecedores de una denominación propia.
Para finalizar, en denominación Empordá, se encuentran algunos de los proyectos más apasionantes que se han desarrollado en Cataluña en los últimos años. Los suelos son ligeramente ácidos y se sitúan en un maravilloso entorno boscoso con una muy privilegiada influencia de las brisas de la Costa Brava.
Variedades que aman el sol
ETAPA 7: RUTA DEL SUR
En el sur el protagonista indiscutible es el sol. En Jumilla y Alicante las viñas reciben más de 3.000 horas de sol al año y en el otro extremo, en laRibera del Guadiana y Extremadura, las tierras ácidas experimentan rudos contrastes térmicos entre el día y la noche. Pero es Andalucía el mejor paisaje que ilustra la potencia de la luz y el calor de sol, el mismo que asolea multitud de moscateles.
Jumilla
La Denominación Jumilla está caracterizada por sus amplios valles y planicies, marcada por montañas y configurada como zona de transición entre el Litoral levantino del Mediterráneo y la meseta castellano-manchega. La vid es el cultivo principal de la zona desde tiempos ancestrales y aquí, la noble variedad Monastrell encuentra el perfecto hábitat para su desarrollo.
Extremadura y Ribera del Guadiana
Extremadura es una de las zonas vinícolas más extensas del país, con más de 30.000 hectáreas de viñedos y aún así desconocida para una gran parte de los consumidores de vinos que entrega tintos voluptuosos y exuberantes. En la Ribera del Guadiana la principal peculiaridad del viñedo es el terreno, una tierra franco-arcillosa con mucha piedra y que en profundidad, tiene una composición calcárea que acumula toda el agua necesaria para que la planta complete su ciclo vegetativo sin muchas penurias.
Jérez y Málaga
Dicen en Jerez que el vino lo cría la naturaleza, pero que es el trabajo del capataz el asegurarse que la naturaleza recibe toda la ayuda posible. Los legendarios vinos de Jerez pasan un mínimo de tres años envejeciendo en las botas, barricas viejas de 550 litros de capacidad, hechas de roble americano pero muchas “soleras” superan fácilmente los treinta años de edad y son cuidadas por varias generaciones.
Los vinos de Málaga se elaboran principalmente con las variedades blancas Pedro Ximénez y Moscatel. Con unos veranos suaves en la costa y muy calurosos en el interior, la uva alcanza unos altos concentrados de azúcares, lo que favorece la alta graduación que alcanzan sus vinos.
Uvas francesas bien integradas en los suelos castellanos
ETAPA 8: RUTA DEL CENTRO
El centro de la península es una de las zonas en las que podemos encontrar interesantes ejemplos de lo que supone un vino de pago. En Malpica del Tajo, en Manzanares o en los Montes de Toledo, las variedades francesas se adaptan muy bien a las condiciones de altura, clima y suelos de cada pago y entregan vinos redondos y muy fáciles de beber.
Al norte de la provincia de Toledo, en la D.O. Méntrida una uva muy nuestra se erige como la niña mimada que crece entre el río Tajo y la sierra de Gredos: La Garnacha.
Madrid
Los vinos de Madrid son desconocidos, incluso, para gran parte de los madrileños. 30 es el número de kilómetros que separan a la ciudad de las primeras viñas, una distancia realmente corta y una oportunidad para conocer viñedos situados entre vegas de los ríos Tajo y Tajuña y trabajados por agricultores que llaman aún Tinta de Madrid a la Tempranillo.
En la denominación destacan tres zonas: Arganda, con viñedos en las comarcas de Aranjuez, Arganda del Rey, Belmonte del Tajo, Colmenar de Oreja, Chinchón, Morata de Tajuña y Villarejo de Salvanés, entre otros. La segunda zona es Navalcarnero, que incluye el pueblo de Aldea del Fresno y la tercera San Martín de Valdeiglesias, con sus pintorescos pueblos de Caldaso de los Vidrios, Cenicientos, Pelayos de la Presa y Villa del Prado.
Castilla La Mancha
Fuera de los lindes de la provincia de Madrid nos encontramos con la comunidad cutónoma con más viñedo de la autóctona Garnacha. Su denominación genérica de Vinos de la Tierra ha impulsado la creación de vinos y nuevas bodegas que se decantan por las variedades tintas Bobal, Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Petit Verdot, Syrah, Tempranillo y Cencibel.
Méntrida
Situada en el Norte de la provincia de Toledo, la D.O. Méntrida se extiende sobre una superficie de más de 10.000 hectáreas de terrenos marcadamente arenosos, situados entre el río Tajo - en su margen derecha - y la Sierra de Gredos.
Domina aquí también la variedad tinta Garnacha, que ocupa más del 80% del viñedo, la mayoría de las cepas son viejas y con producciones bajas, dando lugar a unas uvas de altísima calidad, de cuyas elaboraciones se obtienen vinos con aromas afrutados, agradable color y excelente paladar, y tintos jóvenes de alta expresión por su riqueza en taninos y materia colorante.
Viaja entre vinos lejanos sin salir de tu bodega
ETAPA 9: VINOS INTERNACIONALES
Para cerrar con broche de oro las rutas de verano os invitamos a fijar vuestra vista en lejanos parajes para conocer una interesante muestra de lo que se elabora cruzando el ancho mar y lejos de nuestras fronteras. Empezando por los vecinos Francia y Portugal, subiendo hasta Alemania y cruzando el ancho mar para llegar hasta Argentina y la remota Nueva Zelanda.
De Francia destacamos un vino que representa uno de los mejores terroirs de Burdeos, el Pomerol, Les Pensées de Lafleur de Château Lafleur comparte podio en la categoría de vinos míticos junto a Château Pétrus. Sin olvidarnos de un Sauvignon Blanc, el Pouilly Fumé, entre los mejores embajadores de los blancos del Alto Loira.
De Portugal su mejor representante, un dulce y embriagador Oporto de una de las bodegas míticas del Valle del Douro. Y cambiando totalmente de registro, en Alemania encontramos los mejores exponentes para entender la Riesling, ningún otro lugar en el mundo es capaz de producir Rieslings con un perfecto equilibrio entre fruta dulce, acidez y mineralidad.
Trasladándonos all continente americano encontramos al quinto productor mundial de vino: Argentina, con su cepa insignia Malbec de una de las regiones más importantes del país; Mendoza. Una viticultura que se aglutina alrededor de los ríos de montaña y que, unido a la técnica de elaboradores franceses, nos trae Cheval des Andes 2007 y Terrazas de los Andes Selection Malbec 2010.
Por último, un país con dos grandes bazas a su favor: suelos volcánicos que confieren intensidad a sus vinos y un clima muy fresco que favorece una interesante acidez. Nueva Zelanda produce unos Sauvignon Blanc fuera de lo común, con aromas cristalinos, ahumados y exóticos. Cloudy Bay Sauvignon Blanc es posiblemente el blanco más famoso de cuantos se producen en tierras kiwis.
Aparca las prisas y pon un espumoso en tu vida
UN DESCANSO CON BURBUJAS
La parada más hedonista de nuestras rutas veraniegas tiene como protagonista a las burbujas. En ellas se concentra más sabor y aroma que en el propio líquido y la efervescencia es la clave en cualquiera de estos vinos. Los expertos dicen que en un champagne se pueden desprender hasta 30 burbujas por segundo, que salen disparadas en cuanto el líquido se libera del tapón que lo contiene. No te lo pierdas y no esperes a un brindis para disfrutarlas.
Los espumosos son versátiles y suelen proponerse como el mejor maridaje para un aperitivo porque realzan muy bien los sabores. En verano, por ejemplo, las comidas se hacen más ligeras, los guisos son más marineros y arroceros, se picotea de forma incesante y se apuesta por el marisco y el pescado de calidad… todo, lleva a una copa de espumoso cuya temperatura de servicio y frescura invitan a su consumo en tiempo de calor, casualmente cuando más tiempo libre tenemos.
Precisamente la vecina Francia nos regala la mejor inspiración en forma de joie de vivre para disfrutar este verano de esos caprichos a los que alguna vez debemos abandonaros. El Champagne en mayúsculas, legendario, sofisticado y evocador de momentos placenteros: Veuve Clicquot,Bollinger, Roederer y Duval Leroy son nombres que representan muy bien este espíritu.
En el caso del cava, os vamos a recomendar dos propuestas muy diferenciales. Una sorpresa de Utiel – Requena, Chozas Carrascal, un cava elaborado a base de Chardonnay y Macabeo muy cremoso y equilibrado, sin ninguna acidez en punta y con buena persistencia. Y un nombre para no olvidar, Recaredo, un cava gastronómico de elaboración artesanal y muy natural que ha resultado ser el mejor embajador de las bondades del Alto Penedés.
Para finalizar y añadiendo una propuesta muy interesante y poco conocida, en la región de Lombardía se produce un espumoso considerado uno de los mejores fuera de Champagne. Los Franciacorta se elaboran al sur de Brescia, en las colinas que rodean al Lago Iseo y Bellavista es una de las bodegas más punteras en la elaboración de estas exquisitas burbujas italianas. La dolce vita parece más dulce con un espumoso en la mano.